Escrito por 13:00 Charlas, Gobierno Abierto

Europa y ciudadanos, una relación a (re)construir. Maison de l’Europe (París). 5 de junio de 2013

Cuando el ciudadano deviene en «city maker» y puede participar en la construcción de su ciudad, no solo la ciudad se beneficia, sino que la institución que la gobierna refuerza su legitimidad. Si Bruselas desea recobrar la legitimidad perdida por el progresivo alejamiento entre sus políticas y nuestros problemas, debería tener en cuenta la capacidad legitimadora de las ciudades.

Europa y ciudadanos

El pasado 5 de Junio de 2013, en la «Maison de l’Europe» de París, tuvimos la oportunidad de participar en un interesante debate sobre la creciente desafección entre los ciudadanos y las instituciones europeas. Acompañé a Veronique Kleck (moderadora), al concejal del Ayuntamiento de París Hamou Bouakkaz, a Catherine Lalumière, presidenta de la Maison de L’Europe y ex-ministra para Europa del gabinete Mitterrand, a Manola Gardez y a Romuald Dzomo, ambos representantes del movimiento asociativo de la ciudad.

En el debate, bajo el epígrafe «Europa y ciudadanos, una relación a (re)construir», expusimos algunas de las ideas que hemos publicado en este blog relativas a que son las ciudades quienes pueden actuar como intermediarios legítimos con la ciudadanía, muy especialmente en un tiempo como el que vivimos, en la que la gran mayoría de los ciudadanos habitan en ciudades.

Son los ayuntamientos las instituciones más cercanas al ciudadano, quienes conocen de primera mano sus problemas más acuciantes a través de los servicios sociales, a quienes el ciudadano antes se dirige para mejorar su entorno.

No es extraño, por tanto, que esa inmediatez y cercanía derive en dinamismo e innovación. De los centros cívicos de los años 70 y 80 estamos pasando a centros de innovación urbanos donde se crean laboratorios ciudadanos (o cívicos) que permiten un nuevo tipo de participación extendida: la que junta a los «city makers» (todo aquel interesado en «hacer ciudad» obtiene automáticamente la categoría de «city maker») para diseñar y crear la ciudad conjuntamente. Cuando el ciudadano deviene en «city maker» y puede participar en la construcción de su ciudad, no solo la ciudad se beneficia, sino que la institución que la gobierna refuerza su legitimidad.

Las instituciones europeas, para transferir sus políticas y los fondos asociados a éstas a los ciudadanos, ha venido contando hasta ahora con dos socios principales: estados y regiones. Si Bruselas desea recobrar la legitimidad perdida por el progresivo alejamiento entre sus políticas y nuestros problemas, y reconstruir su relación con los ciudadanos europeos, quizás debería aceptar con todas las de la ley que vivimos en una Europa fundamentalmente urbana y considerar a las ciudades como un socio de primer nivel.

El vídeo completo de la sesión puede verse aquí.

Artículo publicado bajo licencia Creative Commons de cultura libre del tipo CC BY-SA 4.0. Algunos derechos reservados.

 

 

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Last modified: 06/12/2022
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