Gracias a la amable invitación de Bilbao Urban and Cities Design por invitarme al III Congreso Ciudades del Futuro y ofrecerme moderar esta mesa sobre el papel de los Ayuntamientos en eso que llamamos «hacer ciudad» -y que tiene tanto de arte como de ciencia-, he tenido el privilegio de escuchar de primera mano a tres alcaldesas (Barakaldo, Getxo y Sestao) desgranar los sueños colectivos de sus municipios.
Alguien lo dijo en otra ponencia de este el magnífico «Congreso de las Ciudades del Futuro»: «un árbol, una bici, una casa». Las ciudades del futuro se reinventan para cubrir las necesidades básicas de las personas, las que nunca debieron abandonar.
Al final el citizentrismo era eso: trabajar cerca de casa, aire limpio, sombra en espacio público, y dignidad en el espacio privado -la vivienda-. Alrededor, los datos, la Inteligencia Artificial, los gemelos digitales, la tecnología en general, queda supeditada a la verdadera innovación, la de repensar los procesos para algo tan esencial como «acortar plazos».
Tras tanto «hype» ¿Vuelven las smart cities al principio? Lo comprobaremos en el próximo Smart City Expo World Congress, donde también participaré en múltiples foros, y cuyo lema es «vivir mejor». Claro, estaba ahí pero no lo veíamos ¿para qué si no inventamos las ciudades si no era para vivir mejor que nuestros antepasados?
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Foto de Bilbao Urban Cities and Design
